Ingreso en la ANLE de Daniel R. Fernández

Ceremonia de ingreso en la ANLE y discurso de incorporación de Daniel R. Fernández el 4 de diciembre 2015 a las 7 de la tarde.

La ANLE, en colaboración con el Centro Rey Juan Carlos I de NYU, se complacen en invitarles al acto de recepción en la ANLE como miembro de Número de Daniel R. Fernández, el viernes 4 de diciembre del 2015 a 7 de la tarde en King Juan Carlos I Center, New York University, 53 Washington Square South, New York, NY 10012.

Programa

Reseña

Con un fascinante estudio sobre Carlos Fuentes y la frontera que une o separa dos mundos, Daniel R. Fernández se incorporó a la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE).

“Fue México, sin duda, la gran obsesión, la gran pasión de Carlos Fuentes, el núcleo centrífugo, surtidor de todas sus ficciones –afirmó Fernández–. Todos sus demás temas, el tiempo, la muerte, el poder, la política, las jerarquías sociales, la falta de comunicación y demás están supeditados e incluso sujetos a este eje central temático”.

“Y cuando nos referimos al México de Carlos Fuentes no aludimos a una construcción monolítica, autosuficiente, una entelequia momificada, sino a un México vivo, dialogante, insertado plenamente en ese impetuoso remolino que es la historia, la del continente americano y también la de España y Occidente; México, realidad palpitante engastada en un territorio, inserta en una geografía particular, con unos rasgos y contornos singulares y unas fronteras muy peculiares y bastante problemáticas.”, declaró Daniel Fernández, profesor de literatura mexicana y chicana en el Lehman College de la City University of New York (CUNY), quien aún desde antes de su incorporación formal integra la Junta Directiva de la ANLE en su condición de coordinador de información, pronunció el discurso titulado “Carlos Fuentes o la seducción de las fronteras” el viernes 4 de diciembre en el Centro Rey Juan Carlos I de la New York University.

El director de la ANLE, Gerardo Piña-Rosales, contestó el discurso, y el secretario general de la academia, Jorge Ignacio Covarrubias, presentó al disertante. Abrió el acto Patricia López Gay, del Bard College y de la ANLE.

El nuevo numerario afirmó que Carlos Fuentes “sabía que para entender lo que era México, tanto su historia como su cultura, sus sueños y sus pesadillas, era insoslayable entender también la realidad de lo que es y de lo representa la frontera. Hay que concebir la frontera como una realidad plural, heterogénea y tornadiza. La palabra en sí, ‘frontera’, ya de por sí es polisémica, poliédrica. Se puede incluso hablar de muchas fronteras: las geográficas, las políticas, las culturales, las psíquicas, incluso las existenciales y de ahí para delante”.

Fernández, que nació en California y vivió parte de su infancia en Jalisco, recordó que “España misma como país se formó al filo de la frontera, en la fragua de la frontera. Me refiero a esa frontera que tuvo por tantos siglos y que sigue teniendo con el mundo islámico. Se ha dicho que la conquista de América se puede entender como una prolongación, una continuación de esa guerra de frontera de más de 700 años”.

“En fin”, concluyó, “esta vasta experiencia nos ha dotado, a los pueblos hispánicos de cierta sensibilidad fronteriza que tiene raíces mucho más profundas y ricas que muchas de esas teorías posmodernas que han brotado en las facultades universitarias de Estados Unidos en los últimos años en entorno al fenómeno de lo fronterizo”.

En su contestación al discurso de incorporación de Fernández, el director de la ANLE Piña-Rosales dijo: “Daniel Fernández, mexicano y criado en Los Ángeles, sabe mejor que nadie lo que significa la frontera, porque es consciente de que la frontera puede vivir en nosotros, de que la frontera somos nosotros cuando consideramos al Otro –sea quien sea– una amenaza, alguien al que hay que controlar y eliminar. Mi querido Daniel, nosotros, que no creemos en las fronteras, o por lo menos que nos las saltamos a la torera cuando nos parece o cuando nos dejan, brindamos por la libertad, el mayor bien al que puede aspirar un hombre y brindamos por la lengua española. Bienvenido a esta casa, que es la tuya”.