Defensa del español en USA, por Antonio Garrido

Uno de los momentos más felices de mi vida académica ha sido mi ingreso en la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE), la única que desarrolla sus trabajos en un país donde la mayoría de los hablantes utiliza otro idioma, que, además, es la koiné, la lengua común, como lo fue el latín en su día.

Me es obligado, y lo hago con sumo placer, reconocer el gran esfuerzo de la ANLE y sus excelentes resultados en muchos campos: investigaciones lingüísticas, presencia en los foros más importantes, asistencia especializada, creación de contenidos digitales y un etcétera muy largo.

Los ilustres fundadores, exiliados muchos de ellos, decidieron que nuestro escudo fuera el busto de Cervantes rodeado de las palmas académicas; es difícil imaginar mejor imagen. Con él la prosa en lengua española alcanzó una cumbre universal, absoluta, de la misma manera que con los versos de Sor Juana Inés de la Cruz.

He conocido a dos directores de la ANLE: Odón Betanzos Palacios y nuestro director actual Gerardo Piña-Rosales (ambos andaluces). Los dos coinciden en una trayectoria ejemplar al servicio del español. Los dos poseen una sensibilidad especial y una entrega absoluta a la difusión, conocimiento y defensa de nuestra lengua. Odón se marchó a los cielos de su Rociana natal y Gerardo sigue pilotando nuestra Academia con pericia.

La ANLE es una de las 23 academias de la Asociación de Academias de la Lengua Española. El espíritu que nos anima es la cohesión, la unidad de la lengua; no con un carácter rigorista y prescriptivo, sí con la voluntad de fortalecer todo lo que nos une. No olvidemos que la lengua española es el fundamento de la cultura hispánica, la que se extiende por ambas bandas de la mar y que es el patrimonio fundamental de casi quinientos millones de hablantes.

Según el censo de 2015, más de cuarenta millones de personas hablan español en USA. Ya son muchos más. La comunidad hispana es fundamental en casi todos los estados de la Unión Americana. La comunidad hispana crece de día en día; de la misma manera que aumenta

su capacidad adquisitiva e influencia en la sociedad. La enseñanza del español es la más demandada en los diferentes niveles educativos y el hispanismo norteamericano tiene una larga y excepcional tradición. Es obligado citar a Federico de Onís que desarrolló una gran labor desde su cátedra de la Universidad de Columbia. Un dato: en la apertura de curso de la Universidad de Salamanca 1920-1921, pronunció un discurso sobre “El español en los Estados Unidos”.

He tenido la suerte de vivir y enseñar en distintas instituciones académicas de USA y especialmente de crear y dirigir la nueva sede del Instituto Cervantes de Nueva York. La realidad es la convivencia entre las lenguas y entre las comunidades. USA es consecuencia de la emigración. La herencia hispana es clave para entender la historia de la nación. No hace mucho se colocó con todos los honores un retrato de Bernardo de Gálvez, de origen malagueño, en el Capitolio. Desde hace casi nada un grupo escultórico de la familia, obra de Jaime Pimentel, preside una plaza de Málaga.

Todo iba normal e incluso bastante bien cuando nos llega esta noticia: el presidente Trump ha ordenado la suspensión de la versión española de la página de internet del gobierno. Con equilibrio, ponderación y firmeza nuestro director y la junta directiva han emitido un comunicado en el que muestran su preocupación por esta suspensión de una importante fuente informativa en la segunda lengua más empleada en la nación.

El argumento más importante es: “la importancia que tiene la inclusión social, política y cultural de los distintos sectores de la sociedad, entre ellos la mayor minoría, de los hispanos, que con más de cincuenta millones de personas representa un 18 % de la población total”.

Y sigue: “Si se tiene en cuenta que las proyecciones demográficas pronostican que los hispanos en Estados Unidos llegarán al 25 % aproximadamente a mediados de este siglo, es contraproducente que ahora se suprima ese canal de comunicación entre el Gobierno y millones de hispanohablantes”.

Con prudencia el comunicado señala: “su satisfacción porque la página del Gobierno de Estados Unidos siga publicando contenidos en español, ya que la ANLE se enorgullece de ser la asesora oficial de ese canal de comunicación en cuestiones lingüísticas”, y que “se pueda seguir consultando la página de la anterior administración que incluye textos traducidos al español”.

Entramos en momentos de incertidumbre. Esperemos que las aguas se calmen y se reconozca algo tan sencillo como que la libertad y la integración en un proyecto común son la clave de la democracia. “E pluribus unum” está incluido en el Gran Sello de USA (y en el título de un libro publicado por la ANLE). Pues nada, a aplicarlo.