La ANLE incorporó a Richard Bueno Hudson

El director del Instituto Cervantes en Nueva York, Richard Bueno Hudson, se incorporó a la ANLE como académico de número a la ANLE, el jueves 4 de abril de 2024.

Richard Bueno Hudson, director del Instituto Cervantes en Nueva York, doctorado en Filología por la Universidad de Salamanca y licenciado en la Universidad de Oviedo, fue incorporado a la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE) como miembro de número tras pronunciar su discurso de aceptación que tituló “Español y Estados Unidos: de multitudes y soledades”.

En una ceremonia realizada en el salón de actos del instituto, la flamante directora de la ANLE, Nuria Morgado, le impuso la medalla y le entregó el diploma que lo certifica numerario de la Academia Norteamericana y correspondiente de la Real Academia Española. Y para coronar la ocasión, vino desde Madrid Luis García Montero, director mundial del Instituto Cervantes, quien fue objeto de un reconocimiento por parte de la Academia Norteamericana. El Cervantes es una institución pública creada en España para promover universalmente la enseñanza, el estudio y el uso del español, y cuenta con numerosas filiales en cinco continentes.

Bueno Hudson fue director académico en la sede central del Instituto en Madrid y trabajó en las sucursales de Manchester y Chicago. Se ha destacado en la gestión de proyectos de ámbito internacional de certificación y educación digital, entre ellos la creación, dirección y puesta en marcha del proyecto SIELE (Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española), un proyecto iberoamericano del Instituto Cervantes junto con la Universidad Autónoma de México (UNAM), la Universidad de Salamanca (USAL) y la Universidad de Buenos Aires (UBA). Ha sido secretario ejecutivo de la Asociación SICELE (Sistema Internacional de Certificación del Español como Lengua Extranjera).

“El español no es un ente compacto que se extiende por el mundo de modo uniforme”, afirmó Bueno Hudson en su discurso de aceptación. “Sus características hacen de él algo especial. Una primera reflexión nos hace pensar en la importancia del componente estadounidense del español, ya que, según el Pew Research Center, el 19 % de los habitantes del país en 2023 se definía como hispano, es decir, alrededor de 63,7 millones, de los cuales el 67,6 % afirma hablar español en el hogar, lo que supone más de 43 millones. Si a estos más de 43 millones de hablantes nativos de español le añadiéramos los aproximadamente 15,5 millones con competencia limitada, y los 7,7 millones de inmigrantes no autorizados procedentes de México, Centroamérica, América del Sur y el Caribe estimados en 2017, el número de hablantes posicionaría al español de Estados Unidos en segundo lugar detrás de México con 131.230.255, Colombia con 52.156.254, España con 47.615.034 y Argentina con 46.654.581”.

“Conviene recordar que, con la excepción de Nuevo México y Puerto Rico, el español no es lengua oficial en Estados Unidos a pesar de la altísima proporción de hispanohablantes en el país”, agregó. “Ahora bien, entre los hispanohablantes, que conviven en un entorno angloparlante en su mayoría, el grado de dominio de la lengua es muy diverso, ya que se interrelacionan los que hablan español como lengua materna, como segunda lengua, como lengua extranjera y como lengua de herencia, convirtiendo a los hispanos en la primera minoría lingüística de los Estados Unidos”.

El nuevo miembro de la ANLE enfatizó que “será precisa una labor consensuada para contribuir al fortalecimiento del español en Estados Unidos y para inculcar la pasión por la cultura en español y por la lengua española, la única lengua europea hablada en el país sin interrupción desde 1518. Sobre todo, será preciso que, en ese vaivén de multitudes y soledades, no permitamos que la lengua española se empobrezca. Lázaro Carreter nos recuerda que ‘el lenguaje nos ayuda a capturar el mundo, y cuanto menos lenguaje tengamos, menos mundo capturamos’. Sabemos por Wittgenstein que los límites de nuestro lenguaje son los límites de nuestro mundo. Tratemos de ampliar esos límites y ese mundo, aprovechando los beneficios que nos ofrecen la unidad y la variedad del español”.

Nuria Morgado expresó que “personalmente, este acto de investidura marca un hito memorable para mí, ya que representa mi primera participación pública como directora de la ANLE. Es un gran honor para mí comenzar mi gestión de esta manera, en un momento tan significativo para nuestra academia. Me siento sinceramente agradecida por la confianza que se me ha brindado para liderar esta institución tan relevante. Sin duda, el camino que tenemos por delante está lleno de desafíos y también de oportunidades”.

Luego de manifestar “mi gratitud hacia el director saliente Carlos E. Paldao y el director honorario Gerardo Piña Rosales (aquí presente) por su incansable trabajo en beneficio de la ANLE y por las valiosas lecciones que me han brindado”, proclamó a Richard Bueno Hudson miembro de su academia.

La tradicional contestación estuvo a cargo de María Rosario Quintana, destacada numeraria de la ANLE.

“Son muchas las cuestiones que se derivan de situaciones socioculturales contempladas en estas categorías, pero como bien afirma don Richard, es necesario desarrollar estrategias encaminadas a fortalecer la lengua española, y avanzar en la educación de los propios hispanohablantes sobre su lengua y el valor intrínseco de la misma, así como esforzarse en desarrollar acciones que contribuyan al aumento de la autoestima etnorracial”, afirmó Quintana.

“Asimismo, concordamos con don Richard en que resulta esencial formar sobre el valor de la lengua a instituciones gubernamentales y organismos oficiales, pero no solo de los propios países hispanohablantes, sino también de los diferentes estados que integran los Estados Unidos, así como a directores, presidentes, rectores, y decanos de las instituciones educativas y académicas estadounidenses, a fin de contribuir a asegurar una mayor consolidación del español en el país”, agregó. “Con todo, no quisiera terminar esta exposición sin referirme a las sabias e inspiradoras palabras de don Francisco Javier Pérez, quien en más de una oportunidad se ha referido al futuro del español de los Estados Unidos diciendo que ‘nuestra lengua está llamada a mejores tiempos, y, también, los está llamando’”.

El secretario general de la ANLE, Alister Ramírez, presentó al nuevo numerario con un cálido recuerdo. “Conocí a Richard Bueno Hudson hace algunos años en esta casa, el Instituto Cervantes de Nueva York”, dijo “Lo he visto presentando desde este estrado a figuras de la lengua, la literatura, las artes plásticas, la música (la zarzuela), la danza y la cultura hispánica peninsular y de las Américas. No es un hecho menor la organización de tres congresos de la lengua española con una perspectiva muy actual y que tratan, entre ellos, los temas relevantes para los hispanounidenses, como el proceso de formación de la identidad, lengua y género, el impacto económico y social de los inmigrantes en los Estados Unidos”.

“Además existen todos los programas educativos del Instituto y la articulación con universidades de este país e instituciones como la misma Academia Norteamericana de la Lengua Española, que acaba de celebrar el 50 aniversario de fundación”, agregó. “Pero un momento lo he visto corriendo, poniéndose la camiseta y remangándose para trabajar con su equipo de forma incasable y arrolladora. Si lo ven pasar como un torbellino por los pasillos del Instituto, hablar con la agilidad mental de un neoyorquino, con una sonrisa o un gesto de preocupación, es que está en su salsa”.

Gerardo Piña Rosales, exdirector de la ANLE, le entregó a García Montero una placa en reconocimiento al Instituto Cervantes.

“Recordaba Richard”, dijo García Montero tras agradecer la distinción, “que según Víctor García de la Concha (exdirector de la Real Academia Española), el futuro de la lengua española en su consolidación internacional tenía que ver con los Estados Unidos. La importancia del español en Estados Unidos radica en que es el lugar donde hay que unir la ciencia, la técnica y las humanidades si queremos, como dijo García Lorca, que se cumpla la voluntad de la tierra que da sus frutos para todos. Nosotros estamos defendiendo una lengua que existe como unidad porque ha aprendido a respetar la diversidad. Aquí nadie es dueño del idioma. En la lengua no hay centros sino una pluralidad que se respeta y que se mantiene en la unidad. Corresponde mantener la ilusión colectiva respetando la diversidad. Gracias a la ANLE por el reconocimiento que le da al Instituto Cervantes. Esto sirve para reforzar un compromiso en el que estamos comprometidos”.

En el acto también estuvieron presentes el subdirector de la ANLE, Jorge Ignacio Covarrubias, que recordó una visita al Instituto Cervantes en Madrid, además del numerario Porfirio Rodríguez y el correspondiente Andrés Correa. También estuvieron presentes las numerarias Jeannette L. Clariond y Marta Ana Diz, así como los correspondientes Marta López-Luaces y Joaquín Badajoz.